EL SALVADOR Y LAS AGUAS ABIERTAS

Por Christian Gutiérrez

La natación en aguas abiertas es una disciplina que ha ganado popularidad a nivel mundial, y El Salvador no es la excepción. En vísperas de los Juegos Olímpicos de 2024, que se celebrarán en París, conocemos cómo los atletas salvadoreños se están preparando para competir al más alto nivel en esta disciplina.

La natación en aguas abiertas tiene sus raíces en las antiguas civilizaciones, donde nadar en ríos, lagos y mares era una habilidad esencial. Como deporte organizado, comenzó a formarse en el siglo XIX. El primer evento oficial de natación en aguas abiertas se realizó en 1875 cuando el capitán Matthew Webb cruzó el Canal de la Mancha. Desde entonces, el deporte ha crecido significativamente y fue incluido en los Juegos Olímpicos por primera vez en 2008 en Beijing.

La natación en aguas abiertas se distingue de la natación en piscina por las condiciones naturales y desafiantes del entorno. Las competencias se hacen en océanos, lagos y ríos, con distancias de entre 5 km y 25 km. Los nadadores deben enfrentarse a diferentes temperaturas del agua, corrientes y la vida marina, lo que añade un nivel extra de dificultad y requiere una preparación física y mental rigurosa.

Dayana Meléndez una joven nadadora que ha dejado su marca, tanto en piscina como en aguas abiertas, destaca que uno de sus mayores logros fue ganar los 21 km del Paso del Hombre, describiéndolo como su mayor desafío y logro deportivo. En El Salvador, la natación en aguas abiertas ha visto un creciente interés y éxito, dando como resultado que Dayana haya representado a El Salvador en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, obteniendo medallas de oro y plata en Barbados.

Dayana Meléndez entrenando en el Lago de Ilopango. Foto: Omar Peña.

Meléndez menciona que la clave para equilibrar su entrenamiento y estudios es una estricta rutina diaria y el apoyo incondicional de su familia, especialmente su hermano. Su preparación incluye entrenar en piscina de lunes a viernes y en aguas abiertas los fines de semana en el Lago de Ilopango. “Mi meta es siempre dar lo mejor de mí en cada competencia y espero algún día poder representar a mi país en unos Juegos Olímpicos. Es un sueño que tengo desde niña y trabajo duro cada día para hacerlo realidad”.

Milton Torres, entrenador de la selección de aguas abiertas de El Salvador, subraya la importancia de adaptar a los atletas a diferentes temperaturas y condiciones del agua. Torres ha trabajado para formar un equipo competitivo para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, con la mirada puesta en los Juegos Olímpicos en un futuro. “El objetivo a corto plazo que tenemos justo ahorita es el Campeonato CCCAN en Monterrey, México, pero casi siempre estamos trabajando con miras a eventos como los Juegos Olímpicos. En aguas abiertas las plazas son bien mínimas, es más cerrado que en natación, porque es por continente”.

Con la mirada puesta en las próximas competencias, los nadadores salvadoreños están intensificando sus entrenamientos y competencias. Con una sólida preparación y el apoyo adecuado, los nadadores salvadoreños están listos para dejar su marca en esta disciplina que es una de las más recientes.

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