WATERPOLO EMPIEZA A TRASCENDER EN EL SALVADOR

Por Omar Peña

El Waterpolo como deporte, también conocido como polo acuático, es una de las diferentes disciplinas en las que se divide la natación. Se juega en equipos de siete integrantes, seis de campo y un portero. El objetivo es introducir una pelota en la portería del equipo contrario.  Es un deporte muy físico, se requiere fuerza, resistencia, velocidad y agilidad para nadar, pasar el balón, disparar y defender.

Además, resaltan la estrategia y el trabajo en equipo que este deporte conlleva. La comunicación y la colaboración entre los jugadores son cruciales. Es para todas las edades, desde categorías inferiores hasta altos niveles de experiencia.

Reglas a seguir 

En waterpolo como en los demás deportes, existe un reglamento que se debe respetar para la correcta ejecución. Primero, se juega en una piscina de 20 a 30 metros de largo y 10 a 20 metros de ancho.

La profundidad del agua debe ser de al menos 1,70 metros en toda la superficie. El campo está dividido en dos mitades por una línea de cinco metros. Las porterías se encuentran en cada extremo del campo, a un metro de la pared, se juega con un balón pequeño y no se puede hundir bajo el agua.

Otra de las reglas es que los jugadores pueden ser sustituidos ilimitadamente durante el juego; el portero lleva un gorro de color diferente al de los demás jugadores y tiene algunas ventajas especiales, como la posibilidad de usar las dos manos para tocar el balón dentro de su área de portería. Además, el partido se divide en cuatro tiempos de ocho minutos cada uno y hay dos minutos de descanso entre cada tiempo.

Ya en el partido, los jugadores pueden nadar, pasar y disparar el balón para intentar marcar un gol, no se puede empujar, agarrar o patear a los jugadores contrarios y solo se debe tocar el balón con una mano a la vez, excepto en el caso del portero. También, los jugadores no pueden hundir los pies en el fondo de la piscina para impulsarse, y si un equipo comete una falta, el equipo contrario recibe un tiro libre o un penalti.

El auge en El Salvador

El waterpolo salvadoreño vive un momento histórico tras su destacada participación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023. El equipo nacional masculino conquistó un merecido quinto lugar, superando a rivales con mayor tradición en la región como Cuba y Puerto Rico. Este triunfo refleja el crecimiento y desarrollo que ha experimentado esta disciplina de la natación, se ha visto un aumento en el número de jugadores, equipos y competiciones a nivel nacional. 

El éxito en San Salvador 2023 ha generado gran entusiasmo en la comunidad del waterpolo salvadoreño. El último torneo desarrollado en El Salvador fueron los campeonatos PANAM Aquatics sub-19 del polo acuático San Salvador 2024, que se desarrolló en el Polideportivo Merliot. La afición salvadoreña no se hizo esperar y estuvo presente durante todos los partidos que jugaron los seleccionados salvadoreños, lo que demuestra el auge que está consiguiendo.

A pesar de que en este torneo a la selección sub-19 de El Salvador no le fue como se esperaba, al terminar en octavo lugar, la alegría inundó el campo de juego de Merliot, donde se tienen esperanzas que el seleccionado sub-19 siga creciendo para futuras competiciones.

Samuel Alfaro, seleccionado nacional sub-19 expresó en una entrevista para Medallas de Agua “Siempre van a ver buenos y malos resultados, el resultado depende de la mentalidad del jugador y el equipo, pero en lo personal las derrotas son una lección para la vida para motivarme a mejorar las cosas que en el torneo no hice”.

El futuro del Waterpolo salvadoreño se ve brillante. Con el talento, la dedicación y el apoyo continuo, este deporte tiene el potencial de seguir cosechando éxitos y poner en alto el nombre de El Salvador en el ámbito internacional.

Primer partido en PANAM Aquatics Sub-19, 2024. Foto: Cesar Hernández.